En esta actividad trato de realizar un pequeño estudio y
reflexión sobre las necesidades humanas, la motivación y las ocupaciones
humanas, su relación y diferencias. El porqué de su realización radica en la recomendación
por parte del profesorado del Máster en la primera unidad del módulo 3 y el
interés que ha suscitado en mí.
Para empezar, es necesario conocer los tres conceptos.
El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE)
(2001-2013) define el término “necesidad” como “aquello a lo cual es imposible
sustraerse, faltar o resistir” y como “carencia de las cosas que son menester
para la conservación de la vida”. Elizalde, Martí y Martínez (2006) señalan que
este concepto contiene diferentes aproximaciones según las disciplinas y escuelas
teóricas. Así, desde el punto de vista de la antropología, la necesidad se
refiere a las carencias y deseos que experimentamos y que nos llevan a un
desequilibrio psíquico que desemboca en el desarrollo de una acción (Sánchez,
2013).
Abraham Maslow propone la “Teoría de la Motivación Humana”
en la que expone una jerarquía de necesidades humanas y factores que motivan a
las personas a la acción, según la importancia de éstas para la supervivencia
(Quintero, 2011).
Sánchez (2013) hace referencia a distintos tipos de
necesidades:
- - Necesidades básicas: aquellas innatas, naturales y genéricas.
- - Necesidades elaboradas: creadas por el desarrollo social y el entorno.
- - Necesidades absolutas: no dependen de las necesidades del grupo social y su cobertura.
- - Necesidades relativas: al satisfacerlas proporcionan un sentimiento de superioridad, son insaciables.
La motivación es definida por el DRAE (2001-2013) como
“acción y efecto de motivar” y como “ensayo mental preparatorio de una acción
para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia”. Podemos definir
la motivación como una fuerza que activa y dirige la conducta, y que contiene
tres componentes: biológicos, aprendidos y cognitivos (Ballesteros y García, 1995). Igualmente al término anterior,
la motivación puede tener distintas aproximaciones según el enfoque y marco
conceptual en el que se desarrollan (Sánchez y Romero, 2003). En esta ocasión,
hablaremos de la motivación ocupacional, la cual está relacionada con la
capacidad de integrar de forma eficiente y eficaz deseos y capacidades para
relacionarse con el entorno y construir vínculos satisfactorios (Abad y
Sánchez, 2013).
El DRAE (2001-2013) define la ocupación como “acción y
efecto de ocupar u ocuparse”, “trabajo o cuidado que impide emplear el tiempo
en otra cosa”, “trabajo, empleo, oficio” y “actividad, entretenimiento”. Adentrándonos
en la Terapia Ocupacional, podemos encontrar diferentes conceptos de ocupación.
Moruno y Talavera (2012) proponen una definición basándose en la elaborada por
Clark: “Unidades de actividad personal y culturalmente significativas en las
que los seres humanos se implican, nombradas en el léxico de la cultura”. Según
las definiciones encontradas en la AOTA (2008) podemos destacar algunos
aspectos propios de la ocupación:
- - Son actividades que se dirigen a una meta y se extienden en el tiempo.
- - Reflejan valores culturales.
- - Proveen estructura a la vida y significado a las personas.
- - Se relaciona con necesidades humanas de autocuidado, disfrute y participación en la sociedad.
- - Incluye habilidades y destrezas mentales.
En esta primera parte de la actividad hemos podido notar
relación entre los tres conceptos. La relación que hace Maslow entre motivación
y necesidades va más allá de lo mencionado antes. En su teoría añade el
concepto de autorrealización y metamotivación (asociada a los deseos),
relacionando los tres conceptos de la siguiente forma:
“Si bien la motivación se dirige, fundamentalmente, a
satisfacer
las necesidades y aliviar las tensiones. La metamotivación se dirige
a la satisfacción del deseo y aumenta la tensión,
favoreciendo así el
desarrollo de la persona. Ambas, motivación y
metamotivación, son móviles
fundamentales que llevan al individuo
al desarrollo de su personalidad y a
escalar en la jerarquía
de las necesidades”. Este desarrollo de la personalidad
y
la escala en la jerarquía llevarían a la persona a
su autorrealización
(Elizalde et al., 2006).
Según Maslow, es necesario satisfacer las necesidades más
básicas para poder ir ascendiendo en la jerarquía, y pasar al siguiente estado
de motivación. La satisfacción de las necesidades y sus motivaciones son el
impulso o dinamismo que lleva a las personas a desarrollar su personalidad
(Elizalde et al. 2006).
En terapia ocupacional, encontramos diferentes marcos y
teorías que relacionan los diferentes conceptos. Por ejemplo, el Modelo de la
Ocupación Humana de Kielhofner. Este modelo trata de explicar el desempeño
ocupacional en la satisfacción de necesidades (Romero, 2003) y estudia los
factores influyentes en la motivación (necesidades biológicas para la acción,
causalidad, pensamientos y sentimientos de la volición, valores e intereses y
la relación de la persona y el mundo que le rodea). Señala también que la
ocupación es en sí misma motivadora (Abad et al., 2013).
Podríamos decir, para finalizar, que las necesidades crean
un impulso, motivan para realizar actividades o adentrarnos en nuestras
ocupaciones para conseguir un fin y satisfacer así las necesidades.
Referencias:
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para la ocupación y la salud mental. En Sánchez, O., Polonio, B. y Pellegrini,
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S. y García, B. (1995). Procesos
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